Dios
y su bendición que enriquece y no
entristece
Proverbios 10:22 La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.
Proverbios 10:22. La
bendición de Yahveh es la que enriquece, y nada le añade el trabajo a que
obliga.
Vemos en estas dos versiones, la primera es la
Biblia Reina Valera y la segunda es la versión Católica que es la más antigua y
traducida por españoles.
En la primera no habla de trabajo, el trabajo
es una bendición para el evangélico, porque tiene para darle sustento a la
familia.
En la versión católica dice que no le añade nada al
trabajo al que está obligado, lo tomo como una obligación, no como bendición
tener más trabajo al que normalmente ellos están obligados.
Podemos pensar algunos que ambas versiones dicen lo
mismo y en realidad no es así, porque los
eruditos de aquella época tenían menos errores que los evangélicos que escribieron la versión Reina Varela y que los eruditos actuales,
debido a que se dedicaban en cuerpo y alma a la labor que tenían por delante,
no solamente el tiempo sino el espacio, la soledad, las ayudas idóneas para
esta labor principesca, que no la realizaba cualquier señor dueño de fincas y
casas o sea burgueses, sino las personas de la realeza y debido a esta
circunstancia la Biblia solo sirve para jurar sobre ella cuando se dice la
verdad y nada más que la verdad.
Esta circunstancia demuestra el respeto y valor que tenía
la palabra de Dios en aquellos tiempos y actualmente es usada en los Estados
Unidos no para todo el mundo, sino para aquellas cortes que juzgan a las
personas entendidas, que dictan leyes y dirigen un país; que tienen deberes
internacionales con todas las naciones del mundo como lo es esta nación tan
grande.
No quiere decir que en aquellos tiempos se pudiera
cambiar una “o” por una “a” o alguna raíz verbal para amañar la palabra de Dios
al acomodo de algún gobernante, pero no hay nada más triste que repetir los
errores de la historia de la humanidad en vez de tratar de cambiar algunas
cosas que no tienen que ver con la palabra de Dios y que son necesarias.
La palabra de Dios es para estudiarla, amarla,
porque es la mejor consejera, nos enseña, nos redarguye, nos instruye en
justicia, pero en lo secular debemos ser dirigidos por las leyes terrenales,
hay leyes injustas, arbitrarias según el decir de muchos, pero lo injusto para
unos, muchas veces bendice a otros y así podemos anotar miles de ejemplos.
Los importante de todo esto es sacar enseñanzas que
edifiquen la vida de todos y saber que Dios da para todos lados ¿De qué forma
decimos esta observación? Que a veces hacemos cosas desagradables hacia otros
pensando que nunca nos va a alcanzar ese egoísmo o daño que le hicimos a otros,
cuando en realidad sabemos que Dios les da a todos y cada uno de nosotros lo
que merecemos, muchas veces pensamos que no lo merecemos, pero que rico recibir
la bendiciones en herencia ¿Entonces dónde quedan todas esas maldiciones en
herencia que acariciamos con tanto amor en ocasiones?
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