El
verdadero ayuno que debemos practicar
El ayuno que debemos practicar es el que nos dice el
profeta Isaías en el capítulo 58: 6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí,
desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir
libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?
Y que también el Señor Jesús confirma en el nuevo
testamento Mateo 17:21 Pero este género no sale sino con oración y
ayuno.
Esto quiere decir que no debemos ayunar para ganar
pleitos, contiendas y cosas que no son justas delante de la presencia de Dios,
como ciegamente se tiene por costumbre en medio del pueblo de Dios.
Ayunar para desatar el poder de Dios, no para torcer su
brazo a favor nuestro y ayunar en muchas cosas está dentro de lo debido, cuando
se hace con la debida disciplina y acompañado de hermanos calificados en la
palabra para enseñar y aprender a hacer guerra espiritual.
Todo comienzo tiene un precio y cuando la iglesia evangélica
comenzó a formarse en Colombia, fue debido a la gran necesidad espiritual que había
por tanto derramamiento de sangre, luchas
internas de diferentes clases y todavía está en crecimiento más no en
formación.
Ayunar para obtener bendiciones retenidas, para que la
luz de Cristo brille en las familias tiene un buen fin, para que Dios derrame
bendición y no debemos creer que únicamente debemos orar por nuestros hijos
adictos, enfermos, en malas obras y todas esas cosas que pasan en las familias
que están desapercibidas muchas veces.
Cuando somos nuevos cristianos las oraciones son
dirigidas únicamente a nosotros y nuestros problemas, pero si tenemos guías
espirituales que tengan buenas disciplinas en el estudio y la oración
llegaremos a ser bendecidores de toda clase de personas y de todas las edades.
Debemos olvidar quienes somos y concentrarnos en las
peticiones que el Espíritu Santo de Dios nos guía a hacer. Sin olvidarnos de
presentar las propias, pero principalmente no dejar de orar, no importa por
quien y para quien sintamos el deber de hacerlo, debido a que Dios es el mejor
jefe, patrón, empleador o como queramos llamarlo.
Sabe que cuando sus hijos están haciendo la obra debe
haber una protección especial para ellos y sus hijos, porque la palabra de Dios
es clara y dice en el Salmo 91 que el que habita a cobijo del altísimo morara
bajo la sombra del omnipotente y esa es una promesa que se hace real cuando
estamos morando bajo su sombra, sirviéndole, amándolo con honestidad de
corazón, sin engaños, así como dijo Jesús en lo secreto para que en público él
nos recompense.
No es que recibamos muchas veces lo que merecemos, sino
que debemos dejar de mirar las bendiciones ajenas para saber pedir las propias.
Hay complementos que nos ayudan a pedir como conviene, que
nos dan un sentido de la proporción exacta para saber qué es lo que podemos
manejar en nuestras vidas cristianas.
No podemos pedir al Señor como pastores una iglesia
grande, sino sabemos delegar, sino tenemos autoridad espiritual, si no aceptamos
las limitaciones muchas veces de los hombres, si atropellamos así sea una sola
oveja, porque Jesús dijo que el pastor da la vida por sus ovejas, esto quiere
decir que una o cien.
No importa la cantidad, porque podemos poner un ejemplo
extremo, que tal que esa oveja sea nuestro hijo(a), nieto(a), madre, padre,
sobrinos (nas).
Y como me decía una amiga una vez, de la abundancia del corazón
habla la boca y de la abundancia del corazón de su boca he recibido buenos
consejos, nunca groserías, ni palabras disfrazadas de bondad y doy gracias a
Dios que se glorifica por muchas bocas en mi vida y en la vida de todos
aquellos que son de Dios y oyen su voz.
Lo que se habla a espaldas de una persona y después la
persona lo llega a saber, ella y solo ella puede juzgar que motivo a la persona
a tener esa actitud y de ella únicamente es tomar una decisión a favor o en
contra.
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