Tratando de
mirar a Abel con la misma luz de
la palabra
Muchas
veces vemos que personas buenas, que prestan servicios innumerables a la
humanidad, como el caso de una monja católica que fue asesinada sin encontrarse
la razón, o tantos y tantos ejemplos que encontramos a diario en la vida de las
ciudad, especialmente muchos cuentos urbanos que se desconocen realmente su
origen.
En
el caso de Abel si nos remitimos a la Biblia, y vemos que Dios le pregunta como
un padre a su hijo por el otro hijo, normalmente los hermanos siempre andan
juntos y en el caso de Caín y Abel con más razón porque apenas eran los dos
primeros hijos de la pareja.
También
sabemos que cuando alguien nos tiene envidia siempre anda mirando y tratando de
saber todo lo que atañe a nuestra vida, no tiene nada ver con las estrellas de
cine ni nada que se le parezca, porque cuando dos personas se han criado juntas
saben muchas cosas la una de la otra y comparten muchos secretos juntos.
En
este caso el extremo de la maldad de Caín se manifestó en matar a su hermano,
porque el hermano estaba desapercibido, creía que como era su hermano podía tener
problemas con él, peleas como pasa con todos los hermanos, pero estamos seguros
que en su mente jamás pensó que eso podía llegar a sucederle y si lo temió no
se protegió lo suficiente.
Así
pasa en la actualidad cuando vemos casos en que un hermano mata a otro, muchas
veces el hermano no es normalmente lo que se llama hermano de nacimiento, sino
que se crían juntos como hermanos y son hermanos por la relación que tienen.
Por
eso los padres en lo posible deben ser
instruidos en justicia, o sea en valores, la verdadera palabra de Dios para que las cosas no sucedan de esta manera
permisiva del hombre no de Dios, porque Dios al que ama disciplina.
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