El amor reciproco

Amor, relaciones y reciprocidad

Amor, relaciones y reciprocidad, palabras que están unidas y que no se toman en cuenta; debido a que damos por hecho que lo que dice en 1 Corintios 13 sobre el amor, es lo que debemos esperar del amor no solo de Dios sino de los hombres.

Ese es el verdadero amor en la realidad de Dios, en su dimensión maravillosa, pero en la realidad de la vida y de nuestra humana condición, la mayoría de las veces hay muy poco de eso que dice la Biblia, en este pasaje que habla sobre la preeminencia del amor.



Cuando Adán y Eva pecaron, entro la muerte y muchas cosas malas en la vida del hombre. Debido al pecado espiritual y materialmente, hay ciertas condiciones para disfrutar no solo del amor de Dios, sino del amor de los hombres en general.

Siempre que hablamos o escuchamos hablar de amor, es con referencia al amor carnal del hombre por una mujer o viceversa. Pero el amor es algo mucho más secreto y maravilloso que la relación de dos personas que dicen amarse y deleitarse del amor de las personas con las que hemos convivido y convivimos, es un preciado tesoro que debemos no solo conservar, sino también ayudar a darle crecimiento.

Cuando sembramos, esto quiere decir que tratamos con cariño, servimos de muchas maneras a las personas, siempre vamos a estar esperando una aceptación y respuesta recíproca, aunque no se reciba.

Muchas veces estamos atados y no recibimos de los demás, debido a que no dejamos que la palabra de Dios y el Espíritu Santo de Dios ocupen su lugar en nuestra vida.  La llenen como es debido y podamos perdonar primeramente, aunque en ocasiones necesitamos el perdón de las personas a las que hemos mantenido atadas por envidia, rencores ocultos y muchas cosas más. No dejamos sean cambiadas en nuestra estructura interna humana estas cosas, aceptando que reconocer el pecado y pedir perdón es de valientes y valerosos hijos de Dios.

Dice en el Salmo 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. A pesar de estas palabras somos redimidos por la sangre de Jesucristo y debemos hacer el bien, dar especialmente amor.

Cuando damos y damos y no recibimos una respuesta o no recibimos, llega el momento en que se daña o acaba la relación, también podemos terminar siendo igual de carnales que los demás. 

Podemos enseñar a las personas, darles cariño, buenas enseñanzas y todo lo que tengamos para dar, pero si vemos que es infructuoso, debido a que muchas veces las personas viven en la carne o tienen un egoísmo arraigado, no aceptan una reconvención, un llamado de atención, no cambian sus actitudes o tienen un espíritu parecido al de Caín, que a pesar de la reconvención del mismo Dios no escucho, es mejor no contaminarse con las malas obras de nadie.

Esto no quiere decir que vamos a hablar mal de nadie, que vamos a tomar retaliaciones y que cuando la persona lo necesite vamos a escucharla y si podemos ayudar lo haremos de buena gana.

Dios que es Dios santo espera que nosotros seamos salvos, nos ama, tiene celo con nosotros y espera que le sirvamos con amor y alegría.  Recordemos lo que dijo Jesús en Mateo 12:30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.  
Así mismo el hombre que ama a Dios, que es de Dios, busca el crecimiento diario en las relaciones interpersonales y trata de dar, siempre dar. Dar buenas atenciones, cariño, sinceridad y en caso necesario también dar cosas materiales. Saber que las misericordias de Dios son nuevas cada día y el llueve misericordia sobre justos e injustos. Nosotros debemos ser imitadores de nuestro amado padre celestial y de lo que dice su palabra.

Pero hay un pero, necesitamos también recibir para seguir creciendo, llenándonos y tener para dar.

Muchas veces dejamos desnudos espiritualmente hablando a las personas cercanas, necesitadas de oración, de una palabra de consolación y porque no de comida, ropa y dinero para suplir sus necesidades inmediatas. Hermanos y familia en la carne o en la fe y la Biblia tiene una exhortación muy adecuada para ello. Santiago 2:15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 
2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 

¿Para quién es está palabra? ¿Para mi hermano(a), para mi cónyuge, para mi tío(a), mi primo (a) o…? No, esta palabra es para mí, para mí y para todo el que la lea y la haga rema en su vida. Para el que quiere ver sus días lleno de las grosuras de la casa de Dios y de la bendición directa de Él.

¿Qué es credibilidad?

¿Por qué dar buenas enseñanzas?

Muchas veces escuchamos a toda una cantidad de personas querer corregir, dar buenas enseñanzas y demostrar lo mucho que saben sobre las cosas buenas que se deben hacer.

Pero dar buenas enseñanzas para influir no solo en la familia, sino en el entorno en que se socializa requiere algo mucho más profundo y honesto que hablar.

La Biblia dice que por su palabra Dios ordeno y creo todas las cosas sobre la tierra. La palabra tiene poder y la palabra de Dios tiene un poder ilimitado y santo, que solo aquellas personas que tenemos una relación de amor y amistad con Dios alcanzamos a medio comprender.

Esa palabra ha sido probada por él, no solamente en la creación de todas las cosas y del hombre, sino también en la entrega de su hijo Jesucristo para darnos salvación y vida eterna.

Y si Dios que es Dios nos probó lo que él hace por medio de su palabra, su poder y sus obras, para que nuestras palabras tengan el efecto deseado; debemos probar que lo que decimos es cierto, por lo menos en algunas situaciones.

Las personas muchas veces dicen cosas y hacen todo lo contrario a lo que dicen. Cuantas veces conocemos a personas que nos dicen algo y cuando no están presentes o estando presentes. muchas veces no se les cree y se les dice mentirosos.

Porque nuestras palabras deben ir acompañadas de autoridad, de credibilidad, autenticidad, prestigio y cierta influencia.

Influimos en las personas cuando nos conocen y saben que tenemos conocimiento o tienen la certeza de que sabemos de qué hablamos cuando hablamos.

Muchas veces aunque tengamos autoridad las personas muestran incredulidad, pero es porque esas personas carecen de conocimiento o adolecen de ignorancia.
La credibilidad es algo que se va fundamentando día a día con el conocimiento. Una persona adquiere una verdadera credibilidad cuando se la conoce, se le tiene confianza  y sus actitudes están de acuerdo con lo que dice.

La credibilidad y la verdad son hermanas, cando hay la sospecha de que una persona es mentirosa o ha dicho una mentira, su grado de credibilidad va disminuyendo. Cuando vemos la deshonestidad en la persona, personas o una institución la credibilidad se pierde y  generalmente hay separaciones o doble ánimo, porque no hay credibilidad.

Muchas veces aunque queramos ser objetivos, las emociones priman sobre cualquier pensamiento o sentimiento impidiendo ser objetivos  y conceder la duda sobre las personas.

Por eso para poder dar buenas enseñanzas debemos ser honrados, personas honestas, responsables, leales, debemos ser congruentes y firmes en las acciones. La credibilidad en las personas está relacionada con sus creencias, actitudes y por último con su forma de actuar.

¿Has pensado alguna vez si tus enseñanzas son consistentes con tus actitudes? ¿Le has pedido al Espíritu Santo de Dios que te redarguya y muestre, cuando estas exigiendo a otros cosas o actitudes que tú mismo(a) no practicas?¿Cómo está tu credibilidad con los demás?

¡No te conformes, no te niegues el derecho a crecer espiritual y moralmente cada día, Dios te respalda y quiere que tu credibilidad crezca!


Conflictos y resoluciones

¿Por qué no ponerse en los zapatos de otro?

Zacarías 7:9-10 Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
Es un tema muy de actualidad y quizás pueda herir sensibilidades con ello, pero debemos analizar las situaciones con el entendimiento y sin dejarnos llevar por las emociones.

El problema de las fronteras, no solo de Colombia con Venezuela, sino en el pasado con otros países, es muy fuerte.

He leído en diferentes fuentes de información y he tenido el sentir de explicar algunas cosas de nosotros los colombianos, para que seamos cada vez mejores y tratemos de encontrar un mejor camino para todos nosotros, especialmente los cristianos que durante largos años hemos orado por la prosperidad y paz de Colombia.

En un chistecito de internet hablaba sobre los miles de miles de desplazados que había habido en Colombia por varias causas y que no le daban tanta importancia como a casi cuatrocientos colombianos deportados.

También no me acuerdo donde hablaban de cuando el gobierno colombiano desaloja a los invasores de predios, destruyendo sus casas y todos los valores que tienen en ese momento en los predios invadidos.

En otra parte el presidente venezolano explicaba que los colombianos que iban a Venezuela iban a hacer muchas cosas malas y… También creo que los deportados estaban de forma ilegal.

Colombia tradicionalmente y América Latina, desde Argentina pasando por toda América del Sur  y terminando en América Central con México, son países que siempre tienen el sueño de prosperidad y emigración hacia países mucho más prósperos, tratando de encontrar un mejor futuro.

Venezuela carece de la prosperidad de hace algunas décadas y cada día su economía al parecer no es la mejor. A esta conclusión se llega viendo el devaluó del bolívar, un país lleno de problemas internos y miles de situaciones que hacen que no sea el mejor destino para los emigrantes.

Cuando estuve en España en el año 2010, arreglaba mis papeles y en unas oficinas me encontré con algunas personas venezolanas que estaban tratando de solucionar problemas de vivienda y la forma de quedarse en España por los problemas sociales de Venezuela. Son bien recibidos no solo allá sino en muchos países del mundo.

¿Por qué estos colombianos quieren estar en Venezuela? ¿Por qué no buscan otros lugares que le den un mejor vivir? Nos extenderíamos explicando estas situaciones y no terminaríamos jamás.

Lo importante de estas situaciones es que se aprenda algo de ellas y saber que si tenemos derechos de desplazarnos a otros países, pero esto debe ser de acuerdo con ciertas ordenanzas y es bíblico la emigración, aunque no siempre es lo mejor como en el caso que vemos en el libro de Ruth. 

El pueblo hebreo fue extranjero en muchas partes, antes de obtener la tierra prometida. Cuando José estaba en Egipto y ya era gobernante, llevo a su familia y después de mucho tiempo comenzaron a ser esclavizados y sufrieron mucho.

Es una larga enseñanza de la cual podemos aplicar varias cosas, pero lo más importante de esta situación es que Colombia es una tierra fructífera, prospera, bendita y muchas cosas más.

Los colombianos deberíamos centrarnos en muchas cosas que se necesitan para que nosotros, nuestros hijos, nietos y demás generaciones disfruten las bendiciones de esta tierra que no es la prometida, porque ya la recibimos, es nuestra tierra, así como Josué y los hebreos de aquel tiempo conquistaron y recibieron la tierra de Canaan.

El territorio colombiano es extenso, hermoso y el enemigo quiere robarse la bendición de Colombia y los colombianos de bien. Pero si nos seguimos parando en la brecha llegara el momento en que sacaremos la desidia, los malos gobernantes, los malos en todos los sentidos que son espíritus inmundos derramadores de sangre y de toda obra de maldad que azotan al país, precisamente porque somos bendecidos y bendecidores.

El que se va a buscar un mejor futuro en otro país porque tiene sueños que anhela cumplir ¡Gloria a Dios! Pero si lo hace ilegalmente sabe que tiene que pagar un precio llegado el momento en que lo agarren. Si lo haces conforme a la ley puedes alcanzar con esfuerzo ese sueño, pero no desprecies a tu país, a tu gente y mucho menos quieras sacar doble provecho como colombiano y extranjero y te olvides de la tierra donde naciste, donde Dios te dio ese don de la vida.

Si se puede criticar a los gobernantes, pero que bueno que respetemos nuestro presidente y las instituciones de nuestro país. Hay que ser elegantes, irónicos, usar el humor en buena forma para criticar, para hacerles llegar un mensaje de alerta, de queja y de...

Pero si tú vulgarizas a tu presidente, elegido por el pueblo, del cual tú eres parte, como vas a esperar que te respeten como colombiano. Si tu usas el nombre de Colombia para arrastrarlo por las naciones, como vas a esperar apoyo, respeto, empleo y tantas cosas buenas a las que se tratan de llegar cuando hay prosperidad y buenas cosas de parte de esas naciones.

Hay varias opciones para que te pongas en los zapatos de otros y es bueno reflexionar sobre ello. Eso si conociendo las circunstancias de cada uno.

En los zapatos de los inmigrantes colombianos, en los zapatos de los venezolanos que los desalojan, en los zapatos del presidente venezolano, en los zapatos del presidente de Colombia y por ultimo en tus propios zapatos si llegara constantemente una invasión de extranjeros a trabajar y ganarse la vida en la ciudad en que tu vives.

Hay muchos colombianos que ya son venezolanos por el tiempo que llevan viviendo en Venezuela, porque han adquirido esa nacionalidad y tienen hasta nietos y bisnietos en ese país. Hay colombianos que tienen hijos venezolanos en eminencia como pasa con el presidente Nicolas Maduro que sus padres son colombianos, hay venezolanos que viven en Colombia y así sucesivamente una cadena de situaciones que las podemos comparar al matrimonio cuando sucede un divorcio y todo el mundo cree tener la razón.

Pero no hay un solo culpable, ni un solo lado bueno y el otro malo, solo hay que disponer el corazon y dejar de lado las heridas, para llegar a acuerdos sanos y mantener los principios por el bien de dos países hermanos, por libertad y por sangre.


Dios te bendiga




La moda y el cristiano

La moda y su influencia en el cristiano

Efesios 5:27 a  fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

La moda es algo que influencia a todos y en todo. Estar de moda es el deseo de todo el mundo, cristianos evangélicos, simpatizantes o no cristianos evangélicos.

La moda abarca muchos conceptos, hay modas en la forma de vestir, calzado, tecnología, autos, cortes de cabello, viviendas y en fin todo lo que se usa casi la mayoría de las veces impulsado por lo que está al día en la moda actual.

No es malo estar en la moda si hay los recursos para ello, lo malo está en poner el corazón en la moda y olvidar los preceptos bíblicos para el vestido y las actitudes generales del día a día del cristiano.

Otra cosa que está sucediendo actualmente en las congregaciones, especialmente en la juventud es su modo de vestir congregacional.

Cuando vamos a una fiesta elegante, muy seguramente nos gusta ir con lo mejor. Eso quiere decir adecuadamente, con vestido largo y si es la ocasión, tacones, joyas y demás. 

Cuando el paseo es a la playa o a un lugar campestre también se usa una indumentaria adecuada, no vamos a ir a bañarnos en el mar con un vestido elegante o con la mejor ropa que tenemos.

Lo mismo si es el campo seguramente gustara verter de una forma muy informal, para cómodamente disfrutar del paseo y así sucesivamente cada lugar tiene una forma de vestirse, especialmente las mujeres que disfrutamos de una serie de opciones en la ropa.

Pero cuando vamos a la iglesia a alabar a Dios, a adorar y presentarle nuestras vidas, también hay una buena actitud para ir vestidos adecuadamente.

Muchas veces las mujeres no tienen en cuenta que para ir a la casa de Dios, debemos ir adecuadamente vestidas. Con ropas sencillas, que no denoten o marquen las formas más exuberantes del cuerpo y así no distraer a los demás en el momento del servicio.

No quiere decir que se vaya a ir mal vestidas o con ropas viejas, pero si con ropas adecuadas para un servicio agradable a Dios y para que aquellas personas con las que vamos a estar en koinonia se sientan agradadas y felices de vernos, sin ser tropiezo para nadie.

Esto no quiere decir que somos hipócritas como decía una vez alguien, que si entonces en la calle vamos a vestir de una forma y en la iglesia de otra. No, lo que vamos a hacer es ir bien bonitas, elegantes y con alegría a ofrecer nuestro sacrificio agradable a Dios. Así como a una fiesta no se va vestida de forma inapropiada o a una cena elegante mal vestidos, a la casa de Dios debemos ir bien vestidos hombres y mujeres.

Otra moda son los teléfonos y artefactos electrónicos que interrumpen a cada momento el servicio e impiden la concentración.

Podemos dejar un mensaje a todos nuestros amigos o familiares que todas las semanas de tal a tal hora estamos ocupados con nuestro Dios y es la persona más importante para nosotros y no queremos que nos llamen a esas horas específicas. Eso es educación, eso es amor a Dios, eso es respeto.

Muchas veces la moda es una forma que utilizan muchas personas para ser aceptados, creen que si visten a la ultima moda, que si tienen mejores cosas y de marca, van a recibir la aceptación que quieren. 

Zacarías 3; 4, 5 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. 5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.

Las vestiduras son símbolo de limpieza y como vemos el ángel mando a quitarles las vestiduras viles a Josué y lo vistieron con nuevas vestiduras. Así Dios nos quita las vestiduras viles y nos da nuevas y limpias vestiduras cuando recibimos a Jesucristo en nuestra vida y tenemos un nuevo nacimiento.

¿Te has preguntado cuantas veces has ido con corazón alegre a buscar en tu armario la mejor ropa y la más adecuada para ir a la casa de Dios? ¿Cómo te has sentido al mirar a otra persona vestida de forma inadecuada o haciendo cosas como hablar por el móvil en la iglesia?

Si tienes algo para compartir que hayas observado en tu congregación y puedes aconsejar a otros, recibimos tu comentario.


Dios te bendiga

Cumplir con el deber

La satisfacción del deber cumplido

Lucas 22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
Muchas veces al terminar una labor y dependiendo de lo ardua, del tiempo que se ha llevado realizarla y también del anhelo y alegría que hemos tenido al querer hacerla, nos vamos a sentir muy pero que muy satisfechos de haberla terminado.

Mucho más cuando lo que hacemos tiene un pago material.   Debido a que todas las personas siempre tienen la necesidad de adquirir toda clase de cosas. Algunos menos otros más.

Pero qué bueno es saber que nos merecemos aquello que nos hemos ganado con nuestro propio trabajo y que está bien retribuido. Por eso es importante que las personas trabajen en aquellas cosas que les agradan, los apasionan o simplemente siempre han querido hacer.

Cuando Jesús estaba en la tierra, predicando y enseñando, en muchas ocasiones debió sentir frustración, tristeza, desanimo, agotamiento y muchas cosas más. Porque era Dios, pero estaba en un cuerpo de carne como todos nosotros y aun su situación seguramente era más agobiante si nos vamos al contexto de esa época, en la que él estuvo en la tierra.

Hoy en día tenemos tantas y tantas comodidades, que muchas veces nos molesta que sucedan algunas cosas que no podemos controlar. Es tan fácil todo para muchas personas, que aun aquellas que están en pobreza, se sienten con derecho a exigir lo mejor, porque si no no aceptan la ayuda que se les brinda y se van a otro lado a que les den algo mejor.

Y así vemos como el mundo ha cambiado de tal forma, que no se necesita salir a hacer muchas cosas que en el pasado, ni siquiera soñábamos que podían existir.

“Mis recuerdos de cuando era una adolescente y queríamos hablar por teléfono a escondidas de mi mamá. Teníamos que salir y caminar como unas diez cuadras para llegar el único teléfono público que se conseguía y lo hacíamos con gusto, porque en realidad no había mucho que hacer y la distracción era salir a caminar y hacer cualquier mandado que nos diera libertad”.

Hoy en día no tengo necesidad de moverme para hablar con las personas al otro lado del mundo y no solamente tengo un teléfono fijo, sino un móvil, el ordenador que también me sirve para comunicarme por varios programas. No los utilizo con la frecuencia con que los utilizaría seguramente si fuera una jovencita, pero me doy cuenta de la utilidad e inutilidad que tiene esta cantidad de tecnología para comunicarme con Dios. En solo unas cuantas décadas las comunicaciones cambiaron totalmente el mundo actual.

No necesito nada de eso para hablar con Dios para darle gracias y así como dijo Jesús en esos instantes de angustia decirle: “Padre si es tu voluntad que pase de mi esta copa tan amarga y como dijo un día hace más de dos mil años tu hijo Jesucristo, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”.

Porque en la vida hay copas amargas que debemos pasar, es necesario pasar por ahí, pero también necesitamos esos ángeles que Dios manda para fortalecernos.  Y que el mismo Dios nos cuide y nos ayude en las aflicciones.

Por eso debemos cumplir con nuestro deber de cristianos, debemos cumplir con lo que Dios demanda de nosotros.

¿Puedes preguntarte cuantas veces le has pedido a Dios que te ayude a pasar por las dificultades? ¿Cuántas veces le has pedido en las urgencias, en las necesidades que se te presentan en tu día a día?

Pero también debes saber si sientes la satisfacción del deber cumplido en lo que él demanda. Dios no trabaja para el enemigo, Dios no nos da salud para el pecado, Dios no da prosperidad para usarla en lo que no aprovecha. Dios quiere que seamos santos, que sigamos un camino de luz y bendición.


Fortalécete en su palabra, en la oración, en la asistencia a la congregación, en la Santa Cena, en bendecir su obra y en todas esas cosas que Dios dice que debemos buscar primeramente, para el darnos las añadiduras que tanto anhelamos.

Dios te bendiga

El poder del cristiano...

La oración y su poder

Santiago 4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

La oración conforme a la voluntad de Dios da gracia al creyente y obtiene prontas respuestas. Cuando llegamos con la aptitud adecuada ante Dios y humildemente exponemos nuestros requerimientos, podemos estar seguros de obtener respuestas.

Orar y orar es un buen consejo para todas aquellas personas que necesitan la misericordia de Dios. Todos la necesitamos, pero hay circunstancias en que la preocupación, la angustia y todas aquellas emociones que nos embargan en esos momentos no deben impedir que oremos, sino al contrario, fortalecernos en la oración.

“Recuerdo hace ya tantos años, un día en que mi hijo estaba internado en la clínica y requería una pequeña cirugía de urgencia. Me sentía tan angustiada, era mi primer hijo y no sabía qué hacer, porque en aquellos tiempos todavía no conocía muy bien de las cosas del Señor. Eleve una pequeña oración como me salió en aquel momento y puedo afirmar enfáticamente, que inmediatamente sentí la respuesta de Dios. Una paz y tranquilidad muy grande me lleno y pude esperar relajadamente a que pasara el tiempo de la cirugía y todo salió perfectamente bien”.

Así todos sin excepción podemos orar, clamar o hablar con Dios en los momentos de necesidad, con la plena seguridad que va a responder las peticiones, especialmente aquellas de urgencia, cuando no sabemos que hacer o a quien mirar.

La oración es fuente de poder y no debemos quedarnos en nosotros y nuestras familias. Debemos ensanchar nuestro territorio espiritual de oración, orando por muchas cosas que tienen que ver con las personas que tienen necesidades de cualquier clase y también por los ministros, hermanos en Cristo y lógicamente como aconseja el apóstol Pablo de orar por los que están en eminencia.

Cada tiempo que dedicamos a la oración es como un ahorro espiritual que estamos haciendo, como cuando llenamos una alcancía. Llega el momento en que necesitamos con urgencia una respuesta de Dios y muy rápido nos la da, porque así como rompemos la alcancía y obtenernos el dinero que hay en ella, esa copa rebosante de oraciones que tenemos en la presencia de Dios, baja convertida en su poder para conceder la petición.

La oración tiene normas y cada día debemos aprender más y más sobre ella. Hay leyes espirituales que debemos aprender en el camino de santificación que emprendemos cuando recibimos a Jesucristo como Señor y salvador personal.

Dios te bendiga

Egoísmo, Envidia, Amargura...

Egoísmo, sus hermanos la envidia, la soberbia y…


Mateo 22: 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Éste es el primero y grande mandamiento.39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Hay tantas definiciones para la palabra egoísmo, que se puede hablar mucho y no llegar a una conclusión final sobre el tema. El egoísmo humano es un defecto de carácter que llega en ocasiones a estar tan fuertemente arraigado en algunas personas y podemos decir que se vuelve genético.

De generación en generación va pasando en las personas y se va fortaleciendo cada vez más en la familia que lo padece.

Cuando un comportamiento o aptitud física perjudica a otra persona eso es egoísmo. Aunque hay un egoísmo positivo que es aquel que impide que dejemos el control de nuestras vidas en manos de otros, nos ayuda a socializar como parte de una familia, grupo social, iglesia, etc., sin perder la identidad, personalidad y la necesidad que tenemos de que nos acepten y aprueben los demás.

Está relacionado con la autoestima sana de cada uno, la valoración y respeto de las necesidades que tenemos, nuestros valores, inclinaciones naturales sanas y objetivos en la vida.

Características principales de un temperamento egoísta


Hay una regla de oro y es “no hagas a los demás lo que no quieres que los demás te hagan a ti”. Así que debemos guiarnos por normas y razones que nos obligan a no dañar a otros con el fin de conseguir nuestros propios intereses. Aunque hay personas que están en una posición ventajosa con respecto a otras, que nada les impide y nada les importa para hacer lo que no quieren que se les haga a ellos.

La persona egoísta o egocéntrica cree que sus  intereses y opiniones son más importantes que las de todos los demás y en ocasiones las únicas que en realidad importan. Lo que ella piensa, cree, opina, cree, decide y llega a razonar es más importante y primero que las opiniones, creencias, decisiones, etc.,  de todo el mundo.

Lo que no se ajusta a esa persona egoísta lo rechaza, lo desvaloriza totalmente.
Un persona egoísta o egocéntrica nunca podrá ponerse en los zapatos de otro, lógicamente que primero tendría que quitarse los propios para ponerse los otros. Tiene la creencia arraigada de que todos deben hacer lo que ella (la persona egoísta) hace, ver lo que ven y buscar lo que ella busca.

Claro que el egoísmo va acompañado de sus hermanos más cercanos llamados soberbia, vanidad, envidia y orgullo.

Esos hermanos ayudan al egoísta en su obra destructora y contaminante.  La soberbia hace creer que todo lo que se posee es mejor y superior, superando todo lo que hagan, crean y digan las demás personas superando los prejuicios.

La persona orgullosa se sobrevalora, cree que es capaz de todas las cosas pasando por encima de los demás, de las circunstancias y toda clase de improviso que se presente. Así va en detrimento de las personas, porque piensa que su valor y capacidad no se iguala al de ella y es una persona también arrogante.

La vanidad que todos la conocemos y se expresa en muchas formas especialmente físicas, pero la más hermanada con el egoísmo es la envidia y en proverbios y en varios partes de la biblia habla sobre la envidia y los celos.

La envidia es un sentimiento en el cual la persona siente dolor por no poseer lo que tiene otra persona y deseos de destrucción con respecto a eso que tiene la persona. Pueden ser bienes materiales, cualidades, bienes espirituales y más.

La envidia es un pecado que genera muchos pecados y daña el amor al prójimo que nos enseña Jesucristo hijo. Ejemplo de ello es Caín y Abel,  que la envidia supero cualquier sentimiento fraternal y mato a su hermano Abel.

La persona envidiosa desea intensamente lo que otros u otro posee. La persona que la padece pierde la capacidad de gozarse con lo que tiene, va socavando los mejores sentimientos que se pueden tener como lo es el amor, sentir ternura o tener un corazón agradecido.

Llena de enojo contra la o las personas que poseen aquello que el envidioso desea y no posee, dando un sentimiento o impulso para querer dañar, destruir o quitar lo que se desea.

Es diferente a los celos que están basados en el amor hacia otra persona y comprende a una tercera persona que motiva los celos. La envidia es de dos personas y no la motiva el amor por otro. La envidia nace del interior de las emociones de la persona y es insaciable, nunca se satisface, porque siempre encuentra alguien en quien centrar esa envidia.

La envidia causa tristeza y pesar por el bien ajeno, lo que no le agrada al envidioso es la felicidad que causa el objeto o bien que tiene la otra persona. La envidia es resentimiento, que impide desear que a otro le vaya mejor, sino que anhela lo contrario.

Es el deseo de tener algo y el afán de poseerlo, dando el deseo de privar al otro de lo que posee, llegado el caso de que lo que desea, sea lo único que hay y el otro lo posee.

La envidia, el egoísmo, son combinaciones que nunca darán nada positivo y si llenaran de amargura al que la siente y no trabaja esa área de su vida con Dios para ser restaurado y tener mejores sentimientos y valores.

La persona envidiosa cuenta cosas y mentiras sobre la otra persona motivo de su envidia o de las cosas que tiene y como hablamos de Caín y Abel, de Judas y Jesús, Hitler y los judíos, murieron a manos o por causa de los envidiosos.

La envidia causa infelicidad, lo mismo que el egoísmo soledad y es un aspecto de la persona muy desafortunado, debido a que no solo vive en infelicidad sino que mantiene avivado el deseo de hacer el mal a otro.

Todos estos malos sentimientos tienen su origen segun la biblia en espíritus inmundos que se apropian de las personas, como  le pasaba al rey Saúl, con Jezabel que es una de las mujeres más perversas de las que nos habla la Biblia. A maldiciones generacionales, ancestrales y demonios familiares que van de generación en generación.

Y de los cuales nos hace libre Dios, cuando recibimos en nuestra vida como Señor y Salvador a Jesucristo hijo, dando lugar a un nuevo nacimiento y siendo sellados por el Espíritu Santo de Dios.

Por eso en este momento yo te insto a que te analices y disciernas si estos sentimientos se han apoderado de tu vida y que renuncies a ellos. Trata de recordar cuantas veces te has identificado con lo escrito y renuncia en el nombre de Jesús a esos sentimientos, pídele al Espíritu Santo de Dios que te perdone. Te ayude a cambiar todos esos malos sentimientos y pensamientos que son pecados impedidores de una sana relación con Dios y con los hombres.



Dios te bendiga

Basura eclesiástica

La palabra de Dios y la Basura eclesiástica

2 Timoteo 2:14 Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 

Lo que llamo basura eclesiástica o mejor la definición de este término es aquella literatura cristiana de cualquier denominación, que se escribe con los mismos fines que se hace con la literatura en el mundo.

Son formatos para vender, no para edificar o evangelizar sensatamente al pueblo de Dios.

El cristiano en su búsqueda incesante de Dios, debe tener desarrollado el discernimiento para escoger buenas lecturas cristianas. De ministros acreditados por su conocimiento de la palabra de Dios y honestos, con testimonio de servicio, amor a la obra del Señor.

Algunos ministros de iglesias se vuelven famosos de un día para otro, así como pasa con las estrellas de cine, cantantes o grupos musicales. Gracias a su carisma, buen vestir, don de gentes y esas cualidades mundanas que ayudan a caer bien a todo el mundo. Pero en el fondo no tienen una raíz profunda de capacitación y conocimiento de la palabra de Dios.

Esto ha desarrollado una gran carrera evangelista falsa. Haciendo que la competencia entre iglesias y denominaciones cada día luchen por tener templos más grandes y hermosos, equipos de gran valor, grupos de alabanzas grandes y toda una parafernalia que no está en el orden de Dios, cuando va dirigida a la vanagloria humana.

Dios se agrada en el servicio sencillo y bien llevado, cuando se hace de corazón, cuando las congregaciones cumplen su palabra. Los dineros extras que se reciben en las congregaciones deben servir para la extensión de la obra de Dios, para llevar el evangelio a los lugares donde no hay conocimiento de él o hay necesidades espirituales que unidas  a las materiales se deben suplir en amor y armonía.

El obrero es digno de su salario, el ministro debe llevar una vida digna, cómoda,  sin necesidades básicas, pero también sin ostentaciones de riquezas.

Las bendiciones se pierden, la juventud se pierde, la drogadicción está cobrando su cuota maligna, lo mismo que la prostitución disfrazada de carreras como el modelaje, la actuación y muchas otras más. También las economías diabólicas de tatuajes y el satanismo, que solo sirven para la destrucción rápida de la familia.

Los guías de los menores son los mayores, los padres de los hijos, los maestros de los alumnos, los ministros de las ovejas. así se aprenden las buenas o malas disciplinas espirituales o se manifiestan las enseñanzas poco edificadoras de valores, amor y falta de conocimiento.

Somos llamados a ministrar, a orar, interceder por las almas, a predicar, a hacer la obra de Dios y no a lucir lo que se tiene y lo que se sabe.

Aquellos jóvenes, adultos y ancianos, mal encaminados en ministerios que no van a servir para presentárselos al Señor, porque en aquel día va a decir: “Apartaos de mi hacedores de maldad”.

¿Cuantas veces le predicaste al adicto vecino, lo invitaste a la congregación, lo saludaste con amor y no te hiciste el indiferente, el que no lo ves? ¿Cuántas veces tuviste misericordia del anciano, del enfermo, del preso? ¿Cuántas veces oraste por tu hermano, por sus necesidades, por todo lo que manda la palabra y la misericordia? Y que de tus ayunos, cual es el fin de ellos?

Hermano mira lo que haces, mira tu actitud y principalmente mira el servicio que estas prestando a Dios.

Quiero darte esta palabra en amor, tu que lees, toma lo que te corresponde y guarda lo que no, para exhortar en amor a aquellos que la necesitan.


Dios te bendiga



Importancia del amor filial

No dejes la mendicidad de tu mesa por la de otra mesa, mejor…

Muchas veces somos mendigos en nuestros hogares, en nuestras propias vidas y dejamos esa mendicidad para irnos a mendigar en la mesa de la familia política, de los amigos, de la iglesia.

Dios no quiere mendigos, quiere hijos. Muchas veces somos mendigos de amor, mendigos de aceptación y hasta mendigamos que nos rechacen.

La palabra de Dios dice que conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres. Si somos libres no podemos ser mendigos, no tenemos que aceptar el rechazo, el miedo, el desamor.


En el libro de Santiago dice que si alguno está falto de sabiduría, se la pida a Dios y él la dará abundantemente y sin reproche. Porque es falta de sabiduría tener en poco a tus familiares, especialmente a los más cercanos.

Necesitamos sabiduría para entender los propósitos de Dios en la vida de todos. No debemos dejar el consejo de Dios y seguir el de los hombres, el de la carne y el del dinero, el de la vanagloria humana que es efímero..

Cuando abandonamos a nuestras familias en la carne, por seguir a otras personas o familias, no vamos a encontrar nuestro verdadero lugar.  Como vamos a proveer espiritual y económicamente para los particulares y olvidarnos de las necesidades de nuestra familia.

Dios nos llama a encontrar la bendición primeramente familiar y después ayudar a encontrar la bendición y el camino de los demás, hay tiempo para todo y para todos.

Cuando no nos aceptamos como realmente somos, cuando no aceptamos a la familia en la que Dios permitió que naciéramos y rechazamos el don de Dios, vamos a recibir rechazo, una ayuda corta, vamos a perder la bendición.

Primeramente debemos buscar el reino y su justicia y lo demás se nos dará por añadidura dice la Biblia. Las añadiduras no solo incluyen el bienestar material de la clase que sea, incluyen todas las necesidades de salud, emocionales y demás que necesitamos para vivir en paz.

Como vamos a amar a los extraños si somos incapaces de amar y aceptar a nuestra propia carne y sangre. A la madre que nos llevó en su vientre hasta el momento de nacer y al padre que nos engendró.

Sabemos que hay situaciones de situaciones. Muchos padres no cumplen su papel de padre y madres que también tienen muchas veces faltas, o quizás familiares que son maltratadores, abusivos y muchas cosas que suceden en la realidad de la vida.

A pesar de estas situaciones debemos recordar lo que dice Efesios 6:12, Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.  Y nos insta en el versículo que sigue a tomar toda la armadura de Dios.

Esto quiere decir que debemos luchar por nuestras familias, por nuestros padres y hermanos. Por todas aquellas personas y familiares que tienen ataduras y que les impide ser prosperados y bendecidos.

Dejaremos de ser mendigos, de mendigar atención, de mendigar buen trato y amor o quizás en vez de nosotros mendigar vendrán a buscarnos para tener de lo que nosotros tenemos, para que los enseñemos a entender los propósitos de Dios y para que seamos bendecidores y al mismo tiempo bendecidos.


¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo puedes demostrarle tu amor y aceptación a familiares y padres?¿Cuántas veces le has pedido al Espíritu Santo de Dios guía para ayudar a tus familiares necesitados de amor, una palabra de comprensión, cariño y quien sabe que otras cosas más?

Recuerda que la familia es la primera institución creada por Dios. Hasta los estados de derecho cuando ejercen la ley, dan prioridad a las familias y núcleos familiares, más que el estado, más que cualquier cosa en el mundo esta Dios y su santa palabra.