Afán y Ansiedad

El Afán y la Ansiedad
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros Pensamientos en Cristo Jesús.
                                                                                  Filipenses 4:6-7
El afán y la ansiedad, el estrés y todas esas palabras que definen ese estado de angustia que nos llena en momentos y que queremos superar sin conseguirlo muchas veces, es algo que a Dios no le agrada porque el sabe de qué tenemos necesidad y el promete que el suplirá conforme a sus riquezas en gloria.
¿Cuáles son las riquezas en gloria de Dios? Siempre que oímos hablar de riqueza pensamos inmediatamente en dinero, el dinero y más dinero es la panacea de casi todo el mundo para solucionar sus problemas.
El dinero y debemos decir bendito dinero cuando hay para comprar lo necesario y lo ganamos justamente para las necesidades que tenemos y que tienen las personas que tenemos a cargo.
Estas necesidades no son solo básicas, hay muchas necesidades que cuando las suplimos nos llenan de satisfacción y nos alegran la vida y una de estas necesidades primarias es el ocio, nuestros ratos de ocio después del cansancio del trabajo debe ser respetado y merecemos disfrutarlo de la mejor forma posible.
Volviendo a las riquezas en gloria de Dios no debemos pensar que las riquezas de Dios son solo dinero, el significado de riquezas de Dios varia en torno a la necesidad de cada uno.
Las riquezas en gloria de Dios abarcan algo que se llama influencia, Dios tiene influencia para mover la mano de los poderosos, de los médicos, de las circunstancias y de muchas cosas más que muchas veces cuando las recibimos nos asombran y nos hacen pensar en la inmensidad de la Gloria de Dios.
Y como somos un reflejo de su gloria, somos sus hijos, debemos dejar que él nos use como vasos limpios, escuchar la voz de él cuando nos habla, cuando nos redarguye, nos guía en el camino a seguir por medio de su Espíritu Santo.
No podemos seguir torpemente por nuestro propio entendimiento y sabiduría humana, cuando lo conocemos a él, debemos reconocer que tenemos limitaciones, que somos pequeñitos, que lo necesitamos en nuestra vida, en todos los momentos diarios en que tomamos las diferentes decisiones del diario vivir.
Cuando engrandecemos a Dios en nuestra vida, lo reconocemos y aceptamos que gracias a su maravillosa voluntad somos lo que somos, vamos a vivir en bendición.
Por eso debemos descansar en él, confiar en él, depositar nuestros afanes en él y no dejar de agradecer su amor, bondad y misericordia que son nuevas cada día.
Dios te bendiga  

Amor y sus manifestaciones

¿Cómo podemos amar a todos?

Juan 13:34  mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Es tan linda y parece tan fácil esta palabra para  cumplirla, pero vamos a hablar de las dificultades de cuando se conoce una palabra y lo difícil que es poner en práctica esta palabra. Es difícil para nosotros como hijos de Dios ponerla en práctica por varias razones y también muchas veces no utilizamos el conocimiento secular y la experiencia de la vida que se pueda tener  para comprender porque es imposible para alguien amarnos o nosotros amar.
Si estamos en el mundo aunque no seamos del mundo, tenemos y debemos convivir en el mundo, acatar las leyes del lugar donde vivimos y también dar ejemplo y testimonio de que somos cristianos nacidos de nuevo, más cuando se tiene un ministerio.
¿Cómo podemos amar a personas que no nos aman y que siempre están contrariándonos o haciéndonos daño? ¿Amar a familiares que ya no sabemos cómo tratar para estar en paz con ellos? ¿Tener paciencia con vecinos y amigos que siempre están haciendo cosas que nos desagradan?
Estas y muchas personas más son tan difíciles de amar y difícil de demostrárselos, porque somos  humanos que nos resentimos, nos duele que nos traten mal, injustamente, que nos ignoren y hasta que nos rechacen.
Para todas estas situaciones hay soluciones, porque Dios no manda a hacer cosas imposibles y lo primero que tenemos que hacer es llegar a él en oración y poner en sus manos a todas estas personas para que él nos muestre un camino y nos ayude a solucionar esta situación que nos hace sufrir y que nos quita la alegría cuando nos encontramos o tenemos alguna clase de trato con ellas.
En romanos 12:18 dice que si es posible, en cuanto depende de nosotros, estemos en paz con todos los hombres. Esto quiere decir que cuando es posible, cuando nosotros tengamos esa autoridad, esa posibilidad, estemos en paz con todos, cuando está en nuestra manos alcanzar esa paz, armonía y buena convivencia debemos hacerlo.
¿Qué pasa cuando no está en nuestras manos? Cuando no esta a nuestro alcance o no depende de nosotros; no podemos hacer más que orar en bendición por esas personas para que Dios sea obrando de manera perfecta con ellas. 

Digo en bendición porque a Dios no le agrada que oremos con juicio por las personas, acusando y pidiendo trato para ellas, exponer la situación, pedir perdón, decirle al Señor lo que nos inquieta y …, que Dios es sabio y todopoderoso, no necesita que nosotros juzguemos por él, no necesita que lo ayudemos pensando cómo debe solucionar o tratar con cada persona individualmente y dejar de pensar en esa situación o persona, enfrascándonos mejor en lo que aprovecha, tratar de seguir su palabra y llenar nuestros días con su obra y nuestra vida secular en orden.
Hay principios especiales bíblicos para amar a aquellos que no podemos amar, pero amar a todos no quiere decir que debemos dejar que bajen nuestra autoestima rogándoles o pidiéndoles un perdón que no tienen que dar, que vamos a dar infinitamente sin recibir respuestas o reciprocidad de estas personas.
Hay algo que se llama empatía y muchas veces nos esforzamos por tener buenas relaciones con personas a las cuales no le somos muy agradables o no tienen empatía con nosotros, es una situación que si Dios quiere puede solucionar, eso no quiere decir que porque no tengamos esa empatía vamos a tener resentimientos o querer tener una amistad a la fuerza.
De acuerdo a la personalidad, al carisma, al carácter y otras cualidades o características personales las personas terminan teniendo mejores relaciones unas con otras y ser cristiano implica ser paciente, dejar pasar ciertas cosas, ser amables, mantenerse alerta para no caer en pecados que sean ocultos hasta para la misma persona que los practica y en lo posible estar en paz con todos y demostrar afecto a aquellas personas que están dispuestas a recibirlo.
Exhortar no es obligar, muchas veces exhortamos y no es bien recibida la exhortación, solo debemos confiar en que Dios está en el asunto y va a obrar de acuerdo a la necesidad de cada uno. Tenemos una gran capacidad para amar, si somos hechos a imagen y semejanza de Dios esto quiere decir que en nuestro corazon caben todos, como en el corazon de Dios.
Recuerda no dejes de demostrar tu afecto a aquellas personas que están esperando recibirlo y no niegues bendecir a todos, porque si bendices recibes bendición. Cuando atas con tus oraciones mal hechas a las personas, estás perdiendo muchas bendiciones para ti mismo, porque esa bendición que Dios le dio a Abraham es una promesa para todos sus descendientes y nosotros somos descendientes espirituales de Abraham y Dios bendice a todo el que nos bendice y devuelve maldición al que nos maldice porque es una promesa y sus promesas son en el sí y en el Amen.

Jesús en la vida del creyente

¿Cómo crees que Jesús va a entrar en  tu vida?

Muchas veces estamos esperando hechos portentosos en nuestra vida para tomar una decisión de fe. Esto es un error, los hechos portentosos siempre los hemos visto en nuestra vida y todo lo que tenemos alrededor.


No le damos importancia  a un niño, a un árbol, a un animal o quizás a las personas que tenemos alrededor. Todos esos niños, árboles, animales y personas son hechos portentosos de Dios, porque el hombre desarrolla a partir de lo creado por Dios.

Nadie puede hacer esas personas, nadie puede hacer muchas cosas de la creación de Dios, pero no las admiramos; admiramos al mundo, lo material, el lujo, la fama y tantas cosas vanas que no tienen el valor de una planta, de siquiera el más insignificante animal creado por Dios.

Así paso con Jesús y así pasa en la actualidad con el regalo que él nos da, con esa salvación y vida eterna que recibimos cuando lo aceptamos en nuestro corazón como Señor y Salvador.

Muchas veces pensamos que él ‘Jesús’ el hijo de Dios, el que está sentado a la diestra de Dios padre intercediendo por nosotros, debe estar agradecido con nosotros y no nosotros con él.

Cuando Jesús tuvo su ministerio en la tierra, no andaba buscando a nadie, no corría detrás de las personas para que creyeran en él, para sanar a nadie, para liberar a nadie, para enseñar a nadie. Dice la biblia que multitudes lo seguían, que los enfermos lo buscaban, cuando llegaba y encontraba la necesidad la solucionaba, cuando llamo a los discípulos no fue a buscarlos a su casa para que lo siguieran, se los encontraba y les decía ven y sígueme y ellos lo seguían.

Realizo milagros y portentos y dijo que cosas mayores haríamos nosotros en la tierra. Nos prometió un consolador, paracleto, a su Espíritu Santo y cumplió su palabra.

Entonces porque crees que no debes buscar la verdad de Dios, porque crees que hay que ir a buscarte para que escuches su palabra y lo llames Señor.

Dios siempre te está esperando, Jesús está a la puerta y llama, es un caballero, espera que tú le abras y lo invites a entrar en tu vida, te ama y dice que lo hace con amor eterno.

Yo te insto a que no lo apartes de tu vida, que no lo dejes de lado, no pierdas la liberación que hizo en ti en su momento. No te olvides de sus muchos beneficios, de sus misericordias que son nuevas cada día.

El esta a la puerta, esa puerta puede ser un vecino, una amiga, un niño que te habla de Jesús, el ministro donde te congregas, ´porque Dios no se cansa de hablarnos y de estar a la puerta de nuestro corazón.


Dios te bendiga

Bendiciones a la obediencia

Cada uno de como propuso en su corazón

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
                                                                                   2 Corintios 9:6-7

Es tan lindo cuando escuchamos el corito en medio de las ofrendas que dice que cada uno de como…, pero también debemos pensar que le estamos dando a Dios.
Una ofrenda mecida es muchas veces más importante para Dios que cualquier cantidad de plata o diezmo que demos en las congregaciones.
Cuando tenemos corazón agradecido para con Dios y recibimos de su mano tantas y tantas misericordias todos los días debemos preguntarnos ¿Es suficiente para Dios nuestras ofrendas? ¿Cuál es la mejor ofrenda que podemos entregarle al Señor diariamente?
Es necesario diezmar y ofrendar, porque las congregaciones y ministerios tienen necesidades urgentes que suplir, no es únicamente el local donde se dicen los cultos o las obligaciones de la radio donde funcionan las emisoras, las páginas de internet que sirven para difundir la palabra de Dios de una manera igual de amplia para todos.
Hay obligaciones económicas de las personas que laboran en estos ministerios, ellos necesitan sobrevivir de manera digna. La biblia dice que el obrero es digno de su salario y muchas veces vamos a una consulta de un especialista y cancelamos cientos de miles de pesos, porque ese hombre estudio en una universidad e hizo posgrados y especializaciones para poder llegar a ser el buen médico que es.
Pero ese pastor, ese ministro o ese hermano debe desplazarse, ministrar y hasta predicar gratis porque es un siervo de Dios y no merece reconocimiento ¿Porque se le va a dar tanto a una persona que no hace nada? ¿Una persona que tiene el deber de ayudar a los demás? Una persona a la que a veces levantamos de la mesa donde come, o tocamos a su puerta en horas inesperadas y siempre tiene una palabra amable para atender las solicitudes de los hermanos y personas que necesitan una palabra de ayuda, de consuelo, de ministración y liberación.
Una persona que no solo tiene capacitación cristiana, sino capacitación espiritual  por medio de pruebas y dificultades, ayunos y miles de inconvenientes que se le presentan por el servicio a Dios, por dejarse usar de Dios como ese vaso de honra que el necesita para que su voluntad se cumpla en la tierra y todos aprendamos verdades espirituales que nos hacen crecer.
Ese ministro necesita remuneración y respaldo, necesita comer, vestirse, pagar los gastos en su vida familiar y secular, que también necesita el respeto, el afecto y la comprensión de los demás.
Ese ministro que siempre por cualquier cosa es señalado, muchas veces vituperado y calumniado en su afán de servir al Cristo de la Gloria, ese ministro al que no se le puede ver como una persona humana, que tiene su propio carácter y tiene necesidades emocionales y problemas como cualquier otra persona. 
Que en su afán de servir a Dios desgasta su salud física y espiritual sin muchas veces recibir un aplauso de parte de nadie, sin recibir un gracias porque la Gloria es de Dios, pero el que se dejo usar fuiste tu. Porque así es el mundo y sus vanidades, pero debemos decir como dijo Jesús: En el mundo tendréis aflicciones; pero confiad yo he vencido al mundo.
Dios es Dios de orden, pero también es justo y sabe quién merece su respaldo y su bendición, por eso cuando detenemos nuestra mano para dar conforme a la voluntad y que su palabra corra y sea glorificada, estamos deteniendo nuestra propia bendición.
Debemos dar, a la familia en necesidad, a las congregaciones o ministerios que lo necesitan y del cual recibimos bendición, pero primeramente a Dios, nuestro amor, nuestra adoración, nuestro gozo, nuestra obediencia y temor a perder su protección divina.



Libro de Proverbios

Enseñanza sobre el libro de proverbios

En la vida siempre aprendemos cosas nuevas diariamente, pero en la Biblia hay enseñanzas que muchas veces tardamos en leer, escuchar y también aprender, pero cuando la recibimos nos da una llenura y satisfacción especial porque es la palabra de Dios que da vida.

No puedo dar una enseñanza diciendo que es mía; cuando en realidad la recibí de otra persona a quien Dios ministro por medio de su palabra y ella la compartió.

Esta enseñanza sobre el libro de proverbios la recibimos en un grupo familiar donde asisto y en verdad el hermano nos sorprendió a todos con su enseñanza.

La enseñanza era sobre el motivo de los proverbios y utilizo el pasaje de Proverbios, capitulo primero al siete.

 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel
Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,

Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;

Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.

Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,

Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.


El pasaje se explica por sí mismo para entender sabiduría y doctrina, la sabiduría se adquiere con la doctrina que es el conocimiento de las ordenanzas y creencias bíblicas, dándonos el crecimiento espiritual necesario.

Un buen consejo a tiempo nos libra de muchos percances innecesarios, acompañado de la debida prudencia para no ser tropiezo a los demás y a nosotros mismos.

Si continuamos veremos todas las cualidades que puede ayudarnos a desarrollar el conocimiento más amplio del libro de proverbios que fue escrito por el Rey Salomón y son producto de la revelación e inspiración de Dios y la experiencia del rey.

Es una bendición poder entender que la justicia de Dios, sus juicios y todo lo que recibimos son dados con una equidad que no se puede comparar ni aceptar como la del hombre, debemos recordar que no hay justos; sino que somos justificados por la sangre preciosa que derramo Jesucristo hijo en la cruz del calvario por toda la humanidad, para ser redimidos y sanados.

Por eso hacemos bien en meditar en la palabra que Dios nos da por medio de sus siervos, para aprender cada día algo nuevo y también con el entendimiento ser renovados constantemente. Ella es vida y vida en abundancia para todos aquellos que creemos y a recibimos en nuestro corazón.


Dios te bendiga

¿Qué clase de cristiano eres? ¿Estás dando fruto?




Vid o Higuera

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. Juan 15:5.

Hermosa palabra nos da el Señor en este verso, él se compara a una vid y a nosotros con pámpanos, vástagos de una planta delgada y aparentemente débil, pero que es fuerte y produce mucho fruto.


Las mejores vides son las plantadas en tierras acidas y secas, muy poco se desperdicia de esta planta porque las hojas sirven envolver alimentos dándoles un sabor característico y delicioso, tienen propiedades medicinales y también los zarcillos, las pepitas, la savia y de la vid roja se saca aceite.

Ni que decir de las propiedades y beneficios de la uva, de la cual se elabora vino, se hacen uvas pasas, en jugo llamado mosto, es una fruta que sirve para la salud ampliamente.

Esto nos dice mucho sobre lo que Dios espera de nosotros como sus hijos, nos habla de un hermoso fruto, que seamos unas uvas grandes, jugosas que den salud; así como el buen fruto que debemos ser.

Pero hay algo contrario al fruto y es la resequedad espiritual que impide que muchos den fruto o aquellos que como la higuera que maldijo Jesús, aparentan tener fruto porque están frondosos de tantas hojas, engañan haciendo pensar que por lo hermoso de su follaje y la abundancia de este, son arboles fructíferos y en realidad no dan fruto, sino que son hipócritas aparentando mucho fruto.


Este pasaje es digno de resaltar y entenderlo para que sepamos que Dios no miente cuando dice que todo árbol que no de fruto será cortado y echado al fuego.

Dice en Marcos 11:12-14 Al día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo hambre. Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si hallaba algún fruto. Cuando llegó a ella sólo encontró hojas, porque no era tiempo de higos.  «¡Nadie vuelva jamás a comer fruto de ti!», le dijo a la higuera. Y lo oyeron sus discípulos.

Muchas personas no entienden la razón por la que Jesús maldijo la higuera, el árbol tenía muchas hojas y hay una parte importante en el crecimiento de esta planta y es la relación que hay entre el fruto y la hoja.

Los higos pequeños o taksh aparecen al mismo tiempo que el eje de la hoja y es comestible y muchas veces se recoge para venderlo en los mercados y este taksh aparece con las primeras hojas que salen en la primavera y si un  árbol de higuera con hojas no tiene taksh o higos pequeños, es estéril durante toda la estación.

Sabiendo esto podemos llegar a la misma conclusión que llego Jesús, cuando se acerco a la higuera llena de hojas y frondosa pero sin fruto. Jesús tuvo toda la razón al declarar a la higuera estéril, ya que él pensaba que podía encontrar algo y después de buscar nada hallo sino hojas dice la Biblia.

Así son algunas personas en la vida en general, dan apariencia de fruto, tratan con amabilidad, con alegría o quizás demuestran querer ayudar a los demás, pero en realidad son estériles como la higuera, se escudan en un aspecto agradable para ocultar su hipocresía y dureza de corazón.

Muchas veces se sienten buenos, sienten que lo saben todo y actúan de igual forma, sin darse cuenta que no siembran, pero si quieren recoger donde otros han sembrado, quieren que los demás siempre den y ellos no dan, no cuidan, no podan los pequeños árboles que están a su alrededor y de los cuales pueden hacerse cargo amorosamente para dar abundante fruto.

Poco a poco estas personas van quedando solas y no saben la razón, atesoran propiedades terrenales, ropa en abundancia, lujos, comodidades y muchas otras cosas que de nada les sirven; pero que reemplazan el afecto que deben dar y que podrían recibir si fueran un poco más desprendidas, atentas, dulces y llevaderas.

Para recibir hay que dar y cuando siempre hemos querido recibir y nunca se ha dado nada, llega el tiempo en que no reciben más nada y se sienten ultrajadas y prefieren seguir un camino de soledad y resentimiento contra todo y todos.

Por eso en este momento quiero que hagas una reflexión y te hagas algunas preguntas referentes a lo que has leído, como por ejemplo:

¿Soy un pámpano o una higuera llena de hojas hipócrita y sin fruto?

¿Qué voy a hacer a partir de ahora para cambiar si soy una higuera o que voy a hacer para seguir creciendo y desarrollarme terminando en un hermoso gajo de uvas?

¿Estoy en paz con los que están a mí alrededor o nunca me ha interesado saber lo que afecta a los demás, aunque yo sea culpable en ocasiones?

Quizás tú puedas agregar otras preguntas a estas y hacer proyectos y nuevas metas en el Señor para que des abundante fruto y recibas el mejor reconocimiento, que es aquel que viene directamente de Dios.

Dios te bendiga




¿Cuál es la verdadera bendición de Dios

La verdadera bendición de Dios

Si te preguntan ¿Cuál es la verdadera bendición de Dios? ¿Qué responderías? Te has detenido a pensar cual es la verdadera bendición de Dios para ti, para tu vida espiritual y material.

Si te hacen esa pregunta, la respuesta correcta es decir: La verdadera bendición de Dios es la que él tiene para mí, no la de mi hermano en Cristo, ni ninguna otra.
Parece algo sencillo dar esa respuesta, pero en realidad no es tan sencillo y fácil pensar, sentir y actuar de esa forma.

Porque nuestra carne, nuestra estructura interna humana pecaminosa siempre nos está llevando a competir, especialmente el sexo masculino. Siempre queremos llevar la delantera, ser mejores que…, tener lo que tiene…, y así si no dejamos que Dios llene nuestras carencias, trabaje en nuestras incapacidades, moldee nuestros deseos y anhelos, siempre vamos a querer aquello que muchas veces no es para nosotros.

Hay un dicho mundano que dice que el pasto del campo de enfrente es más verde que el propio y quizás esto se aplica a nosotros en la forma en que queremos aventajar a los demás.

Todos predican de humildad, la biblia nos habla de que Jesús fue manso y humilde, y todas esas hermosas cualidades que lo acompañaban y que queremos de dientes hacia afuera para nosotros.

La biblia dice que Dios ama al humilde más mira al altivo de lejos y todos conocemos tantas cosas sobre la altivez para Dios, como paso cuando Satanás que por su altivez y orgullo quiso ser como Dios y fue arrojado del cielo.

Quizás debemos reflexionar si queremos parecernos a lo que Dios quiere y espera de nosotros o a Satanás que vive para hacernos pecar y llenarnos de orgullo y altivez y perder la verdadera bendición de Dios que es la que enriquece y no añade tristeza con ella.

Cuando nos sometemos a Dios y resistimos al diablo, el huye y lo más hermoso es que nuestra comunión con Dios no se interrumpe, descansamos en él, confiamos en él y nuestra fe se fortalece.

Cuantos ministerios que no prosperan y son de Dios, cuantos cristianos llenos de fervor y amor a Dios terminan apartándose porque somos tropiezo para ellos y sus ministerios. Y no debemos excusarnos en el enemigo, sino más bien debemos detenernos a reflexionar si por nuestra carne, por nuestra vanagloria humana, por nuestra altivez, por creernos mejor que los demás o más espirituales y sabios estamos haciendo labor con el enemigo y sin reflexionar estamos siguiendo un camino ancho, que no le pertenece a Dios.

Es muy difícil perdonar, pero hay algo que es aún más difícil y es pedir perdón.
Si no perdonamos, si no pedimos perdón cuando debemos para ser restaurados y entrar confiadamente a la congregación de los justos, cumplir con nuestros deberes cristianos, no vemos la verdadera bendición de Dios.

Debemos aprender a renunciar, a ser humildes, a esperar confiadamente en Dios para que el abra puertas de sanidad y bendición.  “Venid benditos de mi padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” dice en Mateo 25:34.
Dios te bendiga


El ayuno

El ayuno agradable al Señor

Isaías 58:3 a: y, sin embargo, dicen: “¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos, si él no se da cuenta?”


Todos debemos ayunar, pero hay un ayuno que agrada especialmente a Dios  y es aquel que hacemos cuando el Espíritu Santo de Dios nos guía para ayunar y en obediencia lo hacemos, sin dar espera y confiando en lo que Dios va a hacer.

Un ayuno en obediencia nos da bendiciones inesperadas, recibimos claridad de mente y nos renovamos, entendemos muchas cosas que suceden y que aparentemente no tienen explicación.

Cuando ayunamos por rutina, porque es congregacional y estamos acostumbrados a hacerlo semanalmente, si estamos en obediencia, recibimos bendición, Dios desata de ataduras de impiedad, concede peticiones y muchas cosas más suceden en los ayunos, especialmente recibimos autoridad espiritual para proseguir la obra que nos encomienda el Señor.

Pero es lindo y agradable a Dios un hijo que en obediencia a él y su Santo Espíritu dispone su corazón y lo hace con la intención de agradarlo.

Muchas veces hemos esperado bendiciones y nos hemos cansado y hasta olvidado de ellas. En ocasiones nos rendimos o no sabemos por qué causa las cosas no salen como lo esperábamos y en medio o después de un ayuno inesperado, recibimos esa revelación de Dios que nos muestra por qué están retenidas las bendiciones, sabemos cómo orar, pedir como conviene para que Dios desate la bendición y disfrutemos de sanidad,  milagros que por ser hijos suyos nos pertenecen, promesas que pensamos no se van a cumplir en nosotros resurgen con fuerza y la certeza de que cuando menos las esperemos las vamos a recibir.

No desmayemos, no dejemos que el enemigo venza y levante fortalezas alrededor de nuestra fe en Dios, no mengüemos, ni dejemos de orar, porque la bendición está a la puerta y si nos olvidamos de nuestro amado Padre celestial las perdemos.

Sus promesas son en el sí y en el amen, su eterno amor por el hombre hace que Dios no de por tardanza sus promesas. Muchas veces el impedimento somos nosotros mismos y nuestra falta de fe.

Dios nos ve y Dios si se da cuenta cuando ayunamos con corazon sincero, por eso no dejemos de obedecer al impulso de hacer ayunos inesperados para Dios, que el conoce nuestra necesidad y sin pedir nos va a conceder las peticiones de nuestro corazón.

Dios te bendiga


Devocional diario

El poder de la oración

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo.
                                                                        Proverbios 15:8

Todos los días debemos tener un rato en lo secreto con nuestro padre celestial para meditar en su palabra, orar y estar en comunicación cercana con él.

Cuando oramos, Dios honra la oración que elevamos con corazon sincero delante de su presencia. Muchas veces las respuestas a nuestras peticiones no llegan inmediatamente, pero debemos saber que de una manera u otra siempre recibiremos respuestas acertadas a nuestras peticiones.

Dios nos ama y quiere que le amemos de la misma forma incondicional y se goza cuando ve que nosotros sus hijos, queremos hablar con él y necesitamos de él, le llevamos nuestras preocupaciones y cargas, vivimos contentos y llenos de gozo por estar en su presencia y ser escuchados por él.

Dios TE BENDIGA




Baja autoestima y personalidad

Baja autoestima y rechazo

Muchas veces las personas no saben manejar sus aptitudes dejándose vencer por su imaginación, debido a una psicosis o manía persecutoria que no es tratada y así cambiar este aspecto de su vida, para fortalecer los lazos familiares sanamente o realmente en ocasiones  padecen rechazo y muchos problemas de toda índole.


Cuando las personas se convencen mentalmente y se hacen una imagen de una persona sea buena o mala, es muy difícil recapacitar.

Esta situación puede ser debida a una baja autoestima por uno o más problemas emocionales,  por falta de aceptación, o no estar a la altura de lo que esperan de las demás personas.

Muchas veces es inconscientemente que estas personas padecen estas actitudes y casi siempre se debe a que el círculo social en el que se desenvuelven es muy limitado, está falta de comunicación o koinonia social hace que las personas sigan limitándose en varios aspectos.

Lo prime que se deben tener en cuenta para superar estas situaciones es que a las personas no les gusta preguntar;  a menos que sea alguien con quien tiene una relación cercana y a veces ni aunque tengan personas a la que preguntar se atreven.

Siempre se ha pensado que preguntar es de ignorantes, más cuando una persona ha aparecido como superior o mayor ante otras personas, pero todos tienen el derecho de preguntar, informarse y salir de errores.

Cuando se pregunta algo que se quiere saber o no entiende, se está siendo humilde, reconocer las carencias es de valientes y se crece espiritualmente cada día en la medida que se aprenden nuevas cosas y se cambian las actitudes.

Muchas veces estas personas forman murallas de razones y de mentiras para mantener su punto de vista y hacer valer lo que ellas creen son sus derechos, no aceptan las razones de nadie, ni aceptan las equivocaciones de otros.

En el libro de los Salmos dice que "si Jehová no edifica la casa en vano se afanan los que la construyen", esto quiere decir la casa personal y particular de cada uno, la que cada persona espiritualmente está formando para los que están en la actualidad con ellos, porque para tener una buena vida y buenas relaciones familiares especialmente hay que contar con la bendición del Señor.

Esta casa espiritualmente hablando, se fundamenta en Jesucristo hijo y sus enseñanzas, ayudados a una mejor y más sana comprensión de la Biblia, para que tomen para si las enseñanzas e ilustraciones que hay tanto en el nuevo Testamento como en el Antiguo.

Dios ama a todos por igual, quiere que sean prosperados en todo lo que emprendan y este conforme a su voluntad, bendecidos espiritual y materialmente sus hijos de una forma racional.

Se puede  llegar confiadamente al trono de la gracia de Dios y pedir lo que necesite cada uno, saber que ese amor Dios por el hombre no cambia, es eterno y es para todos aquellos que lo quieren recibir.

El mejor psiquiatra y psicólogo es Dios y guiado por su Espíritu Santo, las sanas enseñanzas que se reciben en las iglesias de sana doctrina y un actitud dispuesta, se pueden alcanzar grandes victorias y encontrar un camino de sanidad total para todos.

Cuando con sinceridad de corazón se reconocen las necesidades afectivas que se viven,  llega el momento en que Dios tiene misericordia y sana, hace milagros creativos en la vida de las personas, bendiciendo con abundante sanidad y paz.

¿Te has preguntado porque siempre tienes problemas para las relaciones de amistad y familiares? ¿Porque crees tu, que recibes rechazo de los demás? ¿Le has preguntado a Dios como puedes hacer para cambiar tu vida afectiva y emocional?

El amor de Dios y el amor del Hombre

Mendigos de afecto

Salmo 27:1 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.

Hay mucha soledad en la vida de las personas, inseguridades gracias a muchas circunstancias y tantas cosas que afectan las emociones de los seres humanos, que muchas veces sin darse cuenta se vuelven mendigos de afecto, de atención, de unas migajas de amor.

Es un tema que muchas personas no aceptan ni siquiera pensar en él, porque no se atreven a reconocer que padecen esta clase de mendicidad, que se debe aceptar primeramente de forma personal y quizás sin compartirse con nadie para no sentirse avergonzado.

Realmente es el primer paso. El reconocimiento de la condición personal y afectiva, porque las personas muchas veces fueron rechazadas aun desde el vientre de su madre. Muchas veces cuando la madre sabía que estaba embarazada sin desearlo, automáticamente rechazaba esa vida que crecía en su vientre y no le tenía amor, está científicamente comprobado que los fetos perciben las emociones maternales y esto sella muchas veces su futuro, debido a que no es amado, esa dulce espera que se debía tener, fue de amargura y dolor.

Pero la solución la tenemos en Cristo nuestro redentor, recibirlo en nuestra vida y aceptarlo como Señor y salvador personal es el primer paso de sanidades y milagros que van a traer muchas bendiciones a la vida de todos. Cuando una persona comienza a caminar con el Señor, todos y cada uno de sus problemas afectivos van a ir solucionándose en la medida que acepte sus incapacidades y reconozca sus necesidades, especialmente de afecto, de aprecio, de amor.

Todas las personas son merecedoras de afecto, de respeto y amor.  Se debe renunciar a toda mendicidad en el nombre de Jesús, a todo rechazo, a todas aquellas cosas del pasado que marcaron la vida de una persona y reconocer que con Cristo se es más que vencedor y el va a llenar los espacios vacíos en la vida de todos y también a suplir cada una de las necesidades que se tienen.

Nadie es autosuficiente, nadie lo puede todo, ni nadie puede vivir sin afecto verdadero de parte de las personas que se tienen alrededor. Los hombres son seres sociables, para vivir en comunidad y en familia, en unidad,  en armonía y amor.

Si sientes que te falta afecto, reconocimiento, compañía y cualquier cosa que afecte tu vida personal y espiritual, recurre a tus pastores o aquellas personas que te han guiado de alguna forma en tu caminar diario con Cristo, para que te ayuden a encontrar un camino de sanidad y vida en abundancia que es lo que nos da Dios en Cristo Jesús.


Dios te Bendiga

¿Que esperanza tienes en Dios?

Mendigos Espirituales

Muchas veces conocemos a Dios, pero no podemos saber con exactitud lo que espera de nosotros o porque se tarda tanto en dar las bendiciones que nos promete.

Es una realidad que cuando Dios bendice no hay nada que impida que se cumplan sus promesas y como dice su palabra la bendición de Dios enriquece y no añade tristeza con ella.

Cuando a pesar de tener muchos años de caminar con el Señor no recibimos aquello que esperamos o las bendiciones escasean, esto quiere decir que nos falta discernimiento para caminar en fe y ejercer la autoridad que tenemos como hijos de Dios y posicionados en Cristo Jesús.

Muchas veces terminamos convertidos en mendigos espirituales y por ende en mendigos materiales, siempre esperanzados en lo que nos dan los hermanos y las ayudas que podemos recibir de los pastores y la iglesia.

En tiempos de capacitación, pruebas y muchas dificultades, no sabemos cómo actuar y nos sentimos como niños desamparados y podemos tener estas actitudes, pero debemos crecer en la gracia de Dios  e irnos apropiando de sus promesas y encontrar el camino que él tiene para cada uno de nosotros.

Dios no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse y dice que somos cabeza y no cola, tesoro especial y muchas cosas como que él es el dueño del oro y la plata y si hemos creído y fortalecemos nuestra fe, caminando con él y a pesar de las equivocaciones, muchas veces caídas que tenemos, porque se retrocede en ocasiones y somos débiles, llegara un momento de total equilibrio y paz, de encontrar soluciones, puertas abiertas para todo lo que emprendamos.

Muchas personas no cambian su manera de pensar y piensan que la bendición de Dios es una gran abundancia económica,  cuando no alcanzan los objetivos rápidamente, se desaniman, muchas veces se apartan  o  tienen un ministerio que crece muy poco y tienen escasez en varias áreas de su vida.

La bendición de Dios  es espiritual y va unida a lo material cuando dejamos que Dios nos muestre sus propósitos, sus caminos, que son individuales para cada persona y perseveramos dejándole lo que le corresponde a Dios y haciendo la parte que nos corresponde a nosotros.

Salmos 131: 1-3 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;  Ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. 2  En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma. 3  Espera, oh Israel, en Jehová, desde ahora y para siempre.

Este Salmo nos habla de la seguridad de esperar con confianza, como la de un niño que quedo satisfecho y sabe que lo volverán a amamantar sin que tenga que reclamar el alimento. También el salmista expresa la espera con confianza y tolerándola aunque no llegue enseguida, debido a que tenemos la alegría de contar con Dios y sus promesas, en silencio, prudentemente.

Debemos desatarnos de toda mendicidad espiritual y material, madurar a medida que pasa el tiempo y reconocer que si tenemos muchas o pocas incapacidades esperando en Dios seremos bendecidos no solo monetariamente, sino riquezas espirituales que valen más que cualquier dinero que se pueda tener.

Cuando vivimos apegados a lo material, somos incapaces de ser ministrados por el Espíritu Santo de Dios y ver las liberaciones y aprendizajes que tenemos en el Señor.

Muchas veces pasan años y todavía muchas personas están con la esperanza de la bendición que no llega, pero quizás deberías hacerte algunas preguntas para saber qué esperas tú de Dios.

Preguntarte ¿Estoy cumpliendo las leyes espirituales de Dios? ¿Tengo constancia en mis disciplinas espirituales y personales? 

Estas disciplinas son las que aprendiste desde un comienzo en el evangelio. Como son el orar o mantener un devocional diario, congregarte al menos una vez a la semana, hacer ayunos y en fin todas aquellas cosas que sabemos que agradan a Dios y que nos mantienen firmes, apartados del pecado, como buenos soldados en guerra de Jesús.


Dios te bendiga 

Bendiciones de la Obediencia

Nuestras acciones y sus consecuencias

Cuando se acercaba el momento de la partida final de Moisés, él tenia y debía tomar una decisión muy difícil y esta decisión implicaba mucha sabiduría de su parte.

Esa decisión era escoger un sucesor para que siguiera dirigiendo al pueblo escogido por Dios. Moisés amaba a ese pueblo, había luchado durante cuarenta años con ellos en medio del desierto, sufrió, se enfrentó a ellos, a Dios para defenderlos  y en esos momentos decisivos  pudo nombrar como sucesor a alguno de  sus hijos, a cualquier persona que le dirigieran a escoger.

Pero como siervo de Dios y gran líder tomo la mejor decisión y esta decisión fue consultar a Dios, que era el padre y creador de todos y de todo, amantísimo Dios que ama al hombre con amor eterno y no solo lo consulto sino que lo obedeció escogiendo a quien Dios le dijo que escogiera.

Esa acción de Moisés en obediencia a Dios, tuvo no solo una gran recompensa sino fruto eterno que permanece hasta nuestros días y permitió que los propósitos de Dios  se cumplieran gracias a esa acción de obediencia.

Josué digno sucesor de Moisés a su vez cuando le llegó el momento de tomar una decisión importante para él y su familia, también fue sabio y tomo la decisión de seguir a Dios, diciéndole al pueblo de esta manera en Josué 24:15  Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Escogió seguir sirviendo a Jehová Dios, no solamente para el sino que tomando autoridad como patriarca en medio de su familia los incluyo en ese servicio.

Y esta determinación fue la que hizo tomar buenas decisiones a estos grandes líderes del pueblo de Israel, porque se dejaron moldear y capacitar de Dios para ejercer un servicio efectivo.

Sus actos de obediencia y amor a Dios tuvieron una consecuencia de bendición y salvación para ellos y los descendientes y para nosotros los que hemos sido salvos y creído en nuestro Señor Jesucristo, como salvador personal de nuestras vidas, tomando una decisión de sanidad y bendición.

Acción esta que tiene una consecuencia de vida eterna y sanidad a las naciones, porque obedeciendo el mandato bíblico permanecemos como esos pámpanos de los que habla Jesús en Juan 15: 5  Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

¿Estas tomando en cuenta tus acciones y las consecuencias que estas pueden traer a tu vida? ¿Alguna vez has sentido que tus buenas o malas decisiones han tenido consecuencias para ti?

Puedes cambiar muchos aspectos en tu vida, pero recuerda solo Dios puede hacernos felices.


Dios te bendiga